jueves, 28 de junio de 2007

El 72% de los inmigrantes llega a España sin permiso de trabajo

El informe estima, además, que la población inmigrante rondará los quince millones en 2015 y supondrá el 27% del total de los habitantes de un país que entró en el siglo XXI con apenas un 2% de extranjeros.
Así define al inmigrante medio la ‘Encuesta sobre condiciones de vida y de trabajo de la población inmigrante en España’ de la Fundación Sistema, que presentó los resultados dentro del VI Encuentro Salamanca ‘La inmigración y sus causas’.
España, según destaca el estudio, es el segundo país del mundo que entre los años 2002 y 2005 más inmigrantes acogió. Sólo Estados Unidos queda por delante en un periodo en el que pasaron de vivir dos millones de extranjeros en suelo español a más de 3,7 millones. El informe estima, además, que la población inmigrante rondará los quince millones en 2015 y supondrá el 27% del total de los habitantes de un país que entró en el siglo XXI con apenas un 2% de extranjeros.
La Fundación Sistema explica el fuerte tirón inmigratorio, entre otras causas, por la condición de España de país fronterizo en tres frentes distintos: una amplia frontera marítima con el norte de África, la proximidad del archipiélago canario con los países subsaharianos y una cercanía cultural de «hondas raíces» con Latinoamérica que «aporta importantes contingentes regulares de inmigración».
El sociólogo José Félix Tezanos, director de la Fundación Sistema, resalta que el 72,4% de los extranjeros que viven en España llegaron sin gozar de un permiso de trabajo, un 22,4% reconoce aún no tenerlo.
Aunque representan el 10% de la población total, los inmigrantes suponen el 14% de la población activa. Incluso uno de cada cinco trabaja sin contar con un contrato laboral pese a que más de la mitad, un 58% posee estudios medios o superiores. El estudio revela también un cambio de tendencia en la procedencia de los extranjeros, los latinoamericanos son ahora mayoría, antes lo eran los africanos, y los rumanos empiezan a disputar el primer puesto a los magrebíes.
Rajoy se fija en el ejemplo francés para su política inmigratoria
El líder del PP, Mariano Rajoy, enviará a un equipo de colaboradores a París para que, en próximos meses, trabajen estrechamente con los asesores del nuevo presidente de la República francesa y responsable del UMP, Nicolás Sarkozy, a fin de aprovechar algunos de los mensajes y estrategias electorales que han llevado al político francés al poder, otorgando especial relevancia al área de inmigración.
Sarkozy, como sabrán nuestros lectores, endureció ostensiblemente su discurso sobre política de inmigración, asumiendo como propios muchos de los postulados mantenidos por el Front National de Le Pen, tales como lucha contra la inmigración ilegal y recuperación del orgullo nacional. En efecto inmigración e identidad nacional fueron uno de los temas estrella de la campaña electoral de Sarkozy, y un elemento decisivo en el proceso de vaciar de contenido diferencial el discurso del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que le sirvió para llevarse el voto de buena parte de los electores del Frente Nacional.
Ahora desde el PP se afirma que "Francia es una referencia interesante para elaborar un programa inteligente". Tras la reunión que mantuvieron Rajoy y Sarkozy en Madrid el pasado jueves salió a colación el tema de la inmigración y ambos dirigentes políticos acordaron "intensificar intercambio de información y estrategia" a este respecto, utilizando como vía uno de los grupos de trabajo PP-UMP que ya se crearon con motivo de la celebración de la última Convención Popular. Para trabajar, se partirá de la premisa que Rajoy y Sarkozy comparten: inmigración integrada, sí. Inmigración no integrada y acotada en guetos, no. Esto es lo que defienden frente al discurso multiculturalista de la izquierda francesa de los años 80 y principios de los 90

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