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ALICANTE. El conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, afirmó ayer que el crecimiento migratorio que está experimentando España en las últimas décadas «constituye una ventaja y no un problema». Según opinó, las migraciones «son un factor clave de los procesos de desarrollo, y un elemento enriquecedor, tanto para los países de origen como de destino». El conseller hizo estas declaraciones en la Universidad de Alicante donde participó en el acto inaugural del II Congreso Internacional de Cooperación al Desarrollo, que se celebra hasta el próximo sábado.
Durante el acto, el conseller destacó que hay que establecer un vínculo entre inmigración y codesarrollo. Así, los propios inmigrantes «deben participar en la evolución económica, social y cultural de los pueblos, que ya lo van haciendo con las remesas que envían».
Remesas de 1.000 millones Según datos del Banco de España, las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países alcanzaron los 6.806 millones de euros, de los que casi 1.000 corresponden a la Comunidad.Blasco destacó además que los 727.000 ciudadanos extranjeros censados en las provincias valencianas suponen un 16 por ciento del total de la población, lo que significa un porcentaje de los más altos de España y del resto de Europa, ya que la media de ésta última es de un 10 por ciento, lo que convierte al país en el segundo país con mayor flujo migratorio, tras Estados Unidos.
El conseller consideró «absolutamente inadmisible» que el Gobierno central califique de «anecdótica» la llegada de 13 pateras a la costa alicantina y criticó la gestión del Ejecutivo en esta materia, al que consideró «irresponsable por su gestión de las fronteras, que genera ciertas tensiones y consecuencias que son inadmisibles, porque estas personas no pueden entrar de forma irregular en pleno siglo XXI en una sociedad como la nuestra». En este sentido, aseguró que «está absolutamente contrastado» que la regularización hecha de forma «apresurada y sin planificación adecuada» por el Gobierno socialista ha generado un efecto llamada con consecuencias que ahora está sufriendo la sociedad española. De acuerdo con datos de Inmigración, se calcula que en la Comunidad Valenciana hay más de 90.000 personas en situación irregular.
ALICANTE. El conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, afirmó ayer que el crecimiento migratorio que está experimentando España en las últimas décadas «constituye una ventaja y no un problema». Según opinó, las migraciones «son un factor clave de los procesos de desarrollo, y un elemento enriquecedor, tanto para los países de origen como de destino». El conseller hizo estas declaraciones en la Universidad de Alicante donde participó en el acto inaugural del II Congreso Internacional de Cooperación al Desarrollo, que se celebra hasta el próximo sábado.
Durante el acto, el conseller destacó que hay que establecer un vínculo entre inmigración y codesarrollo. Así, los propios inmigrantes «deben participar en la evolución económica, social y cultural de los pueblos, que ya lo van haciendo con las remesas que envían».
Remesas de 1.000 millones Según datos del Banco de España, las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países alcanzaron los 6.806 millones de euros, de los que casi 1.000 corresponden a la Comunidad.Blasco destacó además que los 727.000 ciudadanos extranjeros censados en las provincias valencianas suponen un 16 por ciento del total de la población, lo que significa un porcentaje de los más altos de España y del resto de Europa, ya que la media de ésta última es de un 10 por ciento, lo que convierte al país en el segundo país con mayor flujo migratorio, tras Estados Unidos.
El conseller consideró «absolutamente inadmisible» que el Gobierno central califique de «anecdótica» la llegada de 13 pateras a la costa alicantina y criticó la gestión del Ejecutivo en esta materia, al que consideró «irresponsable por su gestión de las fronteras, que genera ciertas tensiones y consecuencias que son inadmisibles, porque estas personas no pueden entrar de forma irregular en pleno siglo XXI en una sociedad como la nuestra». En este sentido, aseguró que «está absolutamente contrastado» que la regularización hecha de forma «apresurada y sin planificación adecuada» por el Gobierno socialista ha generado un efecto llamada con consecuencias que ahora está sufriendo la sociedad española. De acuerdo con datos de Inmigración, se calcula que en la Comunidad Valenciana hay más de 90.000 personas en situación irregular.
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