sábado, 9 de febrero de 2008

La inmigración pide la figura de los mediadores

Si un hombre marroquí dice que tiene un problema en los riñones puede estar diciendo que tiene un problema en los testículos". Fácil para un marroquí pero no tanto para un médico español. Y ahí entra en escena Jannat El Harrak, que es mediadora sociosanitaria. La mediación es una realidad cada vez más acuciante en un país, como España, donde en los últimos quince años ha llegado gente con culturas muy distintas.

Jannat define su profesión así. "La mediación es una relación de ayuda que proporciona comunicación o la restablece cuando se ha interrumpido". Aunque también advierte de que cada uno lo define a su manera.

Ella forma parte de la red de mediadores que el programa de inmigración de la Obra social de "la Caixa" creó el año pasado. Son ciento catorce. Y la semana pasada se reunieron en unas jornadas para hablar sobre "tendencias y estilos" en la mediación.

Desde la Obra social de "la Caixa" afirman que, "el objetivo de la red de mediación intercultural es conseguir la interrelación entre personas y grupos de diferentes culturas, así como ayudar a los nuevos residentes en sus procesos de adaptación".

También a romper tópicos. Jaanat explica que ha trabajado mucho con iraquíes en el Hospital de la Vall d'Hebrón. Cuenta que, a diferencia de lo que la gente suele pensar, metiendo a todo el mundo árabe en el mismo saco, los iraquís son "muy rigorosos y gente con una cultura sanitaria muy avanzada. Mucho más que la de los marroquíes o la de los españoles".

Y anécdotas mil. Cuenta, por ejemplo, que los marroquíes llegan a los hospitales con los niños y a las enfermeras se les ponen los pelos de punta. Los niños corretean y juegan. "Nosotros damos mucho más libertad a los niños, vosotros les imponéis más normas. Después, en cambio, para nosotros el control social es más grande". Y Jannat explica eso a unos y otros.

No hay comentarios: