Lograr la nacionalidad española se ha convertido en algo habitual. El año pasado, sin ir más lejos, 54.524 extranjeros lograron la ciudadanía. La cifra es verdaderamente significativa, pero sobre todo si se tiene en cuenta que el número no ha dejado de crecer en los últimos años. En concreto, las concesiones de la nacionalidad española se han multiplicado por tres desde el año 2002. Se ha pasado de los 16.815 nacionalizados durante ese ejercicio a los más de 54.000 registrados el año pasado.
La progresión es todavía más evidente si se tiene en cuenta que desde el año 2001 el Estado español ha concedido la nacionalidad a 169.354 extranjeros. Los naturales de Ecuador son, con diferencia, quienes más demandan la ciudadanía española, toda vez que su número se ha multiplicado prácticamente por 20 en los últimos seis años. De los 508 registrados en 2001 se ha pasado a los 19.477 del año pasado. El incremento, como es lógico, tiene mucho que ver con el mayor peso de la inmigración ecuatoriana, toda vez que los procedentes del país sudamericano forman el segundo colectivo de inmigrantes en España (tras el marroquí).
El aumento del número de inmigrantes con pasaporte español tiene una evidente influencia sobre el censo electoral de las próximas elecciones municipales, ya que, al contrario que otros extranjeros no comunitarios con permiso de trabajo en regla, podrán participar en los comicios en igualdad de condiciones que los nacionales.
Los últimos datos oficiales -al 31 de diciembre de 2006- indican que en España hay 3.021.808 extranjeros con tarjeta de residencia, de los que prácticamente el 20% son comunitarios. En total, 661.004 ciudadanos que tienen derecho al voto, a los que hay que sumar los casi 170.000 que han logrado la nacionalidad española en los últimos años. Teniendo en cuenta que en estos momentos, según el Censo mensual que elabora el Instituto Nacional de Estadística, 33,6 millones de españoles (sin contar los que viven fuera de las fronteras) tienen derecho a voto, el resultado es que el voto inmigrante apenas representará entre el 2% y el 3% del total del censo.
Concentración en pocos territorios
Un porcentaje que a priori puede resultar escaso, pero hay que tener en cuenta que al concentrarse la inmigración en pocos territorios (Madrid, Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias acaparan el 77% de la inmigración legal española) su influencia puede ser significativa en determinados municipios.
La actual legislación establece que las personas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en España podrán optar a la nacionalidad española, sin límite de edad ni de tiempo. Sin embargo, deberán renunciar a su nacionalidad anterior, salvo que tengan una nacionalidad de un país iberoamericano, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal. De la misma manera, podrán solicitar la nacionalidad española por residencia legal en España de un año las personas que tengan un abuelo o abuela que originariamente hubiera sido español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario