La cantidad y la variedad de orígenes de la inmigración en España, que se acercaba a los 5 millones de personas en 2006, permitirá la expansión del español en áreas del mundo donde la presencia de esta lengua es muy escasa.Así se desprende de la monografía 'Lenguaje, migraciones y mercado de trabajo', elaborada en España por el catedrático de Sociología de la Universidad de Oviedo y director de Estudios del Consejo Económico y Social, Rodolfo Gutiérrez.Según el estudio, que forma parte del programa de investigación 'El valor económico del español: una empresa multinacional', auspiciado por el Instituto Complutense de Estudios Internacionales y la Fundación Telefónica, los inmigrantes en España permitirán que la lengua española se expanda, por ejemplo en los países del este de Europa, en países de Africa y Asia e, incluso, en Escandinavia.La monografía será presentada este martes en el seminario 'Valor económico del español', que se celebrará en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, y que analizará la influencia del castellano en el comercio y en los movimientos migratorios, además de su peso en la sociedad de la información.
El estudio parte de la idea de que las migraciones son 'uno de los procesos mas importantes en la configuración del valor económico de una lengua' y 'uno de los medios por los que una lengua se acrecienta o se reduce'.También alude al hecho de que 'el riesgo de perder una lengua o la voluntad de conservarla y desarrollarla' son factores básicos en el despliegue de las identidades colectivas, 'que condicionan a su vez los procesos de integración económica y de formación de mercados'.El estudio de Rodolfo Gutiérrez explica que ningún proceso de integración económica o supranacional es ajeno a esas dinámicas.Por otra parte, el documento expone que entre las relaciones entre migraciones y lengua destaca el hecho de que 'la comunidad lingüística es un factor explicativo de la intensidad de los flujos migratorios'.
La lengua influiría de modo que la comunidad hablante favorecería, por un lado, 'los flujos migratorios entre dos territorios' y por otra, entre territorios que no comparten una lengua, 'la existencia de una comunidad previa de inmigrantes del mismo origen cultural y lingüístico proporcionaría los efectos de red y de capital social necesarios para mantener e incrementar un flujo migratorio'.En otro de los aspectos que relacionan migración y lengua, el estudio se refiere a la posible influencia en asuntos como los envíos de remesas que mandan a sus países los inmigrantes.Según una de las hipótesis de la monografía, el desconocimiento de la lengua del país receptor haría que el inmigrante utilizara canales 'informales' de envío, 'con mayores costes y riesgos de transacción'.El documento ofrece otra vertiente de la relación entre lengua y migración: El conocimiento de la lengua en el país de acogida beneficia a los inmigrantes 'porque conduce a logros explícitos, como el incremento de la probabilidad de obtener un empleo y un aumento salarial' que puede suponer trabajos más cualificados.
Terra Actualidad - EFE
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