MADRID (Reuters) - Las patrullas marítimas han conseguido reducir a la mitad la oleada de inmigrantes africanos que pretendían alcanzar España en el primer trimestre de este año, dijeron el jueves responsables europeos y españoles.El año pasado, más de 31.000 africanos llegaron a las Islas Canarias en embarcaciones desvencijadas en busca de una nueva vida en Europa - seis veces más que el total de 2005 -, después de que España y Marruecos bloquearan las rutas más rápidas y sencillas desde Ceuta y Melilla.El Gobierno, acusado por la oposición de abrir las puertas a la inmigración ilegal, pidió ayuda urgente a sus aliados europeos, que respondieron con el despliegue de un operativo de la agencia europea de fronteras (Frontex) en aguas próximas a los países de salida, Senegal, Mauritania y Guinea, principalmente.
Al llegar la primavera y el aumento de la temperatura de las aguas del Atlántico, el Gobierno temía otra oleada de inmigrantes que pudiera dañarle políticamente.Sin embargo, según las autoridades, las patrullas de Frontex, junto con los acuerdos de repatriación que España, han conseguido de algunos gobiernos africanos, han reducido enormemente el flujo - aunque tres pateras consiguieron llegar al archipiélago en las últimas horas, según el servicio de Emergencias canario."Cifras muy bajas de inmigrantes ilegales que han llegado a las Islas Canarias y más de un millar de vidas humanas salvadas, ese es el resultado", dijo el director ejecutivo de Frontex, Ilkka Laitinen.La cifra de inmigrantes llegados a las playas canarias ha pasado de los 3.914 en los tres primeros meses del año pasado a 1.525 en el mismo periodo de este año, un descenso del 60 por ciento, dijo un representante del Gobierno canario.
PROBLEMAS
Pero en algunos casos están apareciendo tensiones.La Policía ha informado de que varios africanos a bordo de un cayuco arrojaron cócteles molotov contra las patrullas que trataron de interceptarlos el domingo pasado en aguas de Mauritania cuando se dirigían a Canarias, después de tirarles fruta, trozos de madera y zapatos. La embarcación finalmente siguió su camino."Esto nunca ha pasado antes", dijo el jueves un portavoz policial. "Cogieron algunos bidones grandes que llevaban, echaron gasolina en esos bidones, como cubos, encendieron la gasolina y se la arrojaron a mis colegas que estaban en un bote de goma".
El Gobierno también ha recibido críticas de grupos defensores de los derechos humanos por su tratamiento a los inmigrantes asiáticos y africanos del 'Marine I', un viejo barco interceptado en febrero por los guardacostas españoles entre Senegal y Cabo Verde que se dirigía a España.Mauritania sólo permitió al atracar a la embarcación al entender que las autoridades españolas se harían cargo de las repatriaciones de sus ocupantes. El Gobierno consiguió repatriar a más de 300 a países desde Guinea a Pakistán, pero 23 de ellos siguen bajo su custodia en el país del oeste de África y se niegan a hablar con las autoridades.Legalmente, España no puede enviar a un inmigrante a un país si no tiene un tratado de repatriación o si no puede determinar la nacionalidad.Bajo la ley española, los inmigrantes son retenidos durante 40 días antes de ser liberados, pero los grupos se quejan de que los 23 han estado retenidos durante más de 60 días.
/Por Sonya Dowsett/
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