Un nuevo programa incentivará la vuelta de parte de los inmigrantes a su tierra para que impulsen la recuperación económica de Ecuador El número de empadronados en Murcia ha descendido en el último año.
La respuesta es casi generalizada: «De momento, no». Los 50.000 ecuatorianos que viven en Murcia -según los datos del padrón municipal- acogen con escepticismo los planes del gobierno de su país para incentivar su regreso a casa. Ecuador, que ha vivido en los últimos años una durísima crisis económica con altas tasas de paro y bajos salarios, pretende levantar cabeza. Para ello necesita a parte de su capital humano repartido por el extranjero. Su presidente, Rafael Correa, y la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, han acordado esta semana poner en marcha un programa de apoyo al retorno voluntario, con promesas de financiación para quien tome la decisión de hacer las maletas. El plan comenzará a andar en 2008 y ha sido en general bien acogido. Las principales asociaciones de inmigrantes presentes en España respaldaron ayer el proyecto. La ONG Rumiñahui destacó la necesidad de que los inmigrantes que deseen regresar puedan obtener, antes de la vuelta, créditos a bajo interés para la puesta en marcha de pequeños negocios en su país de origen y cursos de formación.
Pero, pese a que el programa de retorno voluntario es visto con buenos ojos, pocos son los que, por ahora, confiesan estar dispuestos a dar el paso. Cristina Quisilema, una empleada de limpieza que trabaja en Murcia, es una excepción. «Si me ofrecen un trabajo en condiciones me voy ya, lo tengo claro». La mayoría, sin embargo, prefiere esperar y comprobar antes que el país está por fin echando a andar. «La situación allí es cada vez peor, así que de momento me quedaré aquí», admite Inés, trabajadora de una oficina bancaria.
En cualquier caso, el éxodo masivo a España se ha cortado en los últimos tiempos. A día de hoy hay empadronados en la Región 49.321 ecuatorianos, 6.300 menos que el año pasado. En su mayor parte se trata de personas que no han renovado su inscripción en el padrón (un trámite que hay que hacer cada dos años), o han conseguido la nacionalidad española. Sin embargo, también hay quien por distintas razones ha vuelto a su país. No todos encuentran aquí lo que buscan, o se dan cuenta de que hay más dificultades de las que esperaban. De momento es sólo un síntoma, pero podría darse de manera más generalizada si la situación mejora en Ecuador.
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