25. Septiembre ´07 - La despoblación está afectando en gran medida al medio rural en España y la inmigración puede ser una solución a la necesidad de fijar la población al medio rural.
Así lo pusieron de manifiesto ayer las asociaciones de mujeres, entidades de desarrollo rural y de inmigración en el curso "Presencia y visibilidad de la mujer inmigrante en el medio rural", organizado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en Madrid.
Sin embargo, esta unión de necesidades, la de la repoblación y la de encontrar un lugar donde vivir y un puesto de trabajo se tienen que realizar siguiendo una metodología.
Así lo expuso la responsable de Investigación y de Perspectiva de Género del Consorcio de Entidades para la Acción Integral con Migrantes (CEPAIM), Bakea Alonso, quien indicó que tras su experiencia sólo tras la selección y formación de los nuevos pobladores y gracias a la información se puede llegar a buen puerto con este proceso.
Alonso detalló que, a través de uno de los proyectos realizados por su organización amparado por la iniciativa comunitaria Equal, se llegó a la conclusión de que las familias que llegaran a un pueblo debían ser seleccionadas para conseguir así el mejor perfil.
Esta experta expuso que las familias deben proceder del medio rural en sus países de origen y estar viviendo en España algunos años ya con el objetivo de permanecer a largo plazo en el país.
Además, a estas familias se les debe dar la oportunidad de contar con los conocimientos necesarios para adaptarse a su nuevo medio, como, por ejemplo, el carnet de conducir, ya que para trabajar o para desplazarse en muchos pueblos el coche es indispensable.
Finalmente, según esta metodología puesta en práctica con el proyecto "Senderos" y que se denomina "Acompañamiento a la familia inmigrante", se debe hacer una visita previa del pueblo, para que los inmigrantes puedan hacerse una idea del colegio, de sus casas, de sus nuevos puestos de trabajo, etcétera.
En caso de que todos estén de acuerdo se firma un convenio entre la organización y el ayuntamiento y la familia da su compromiso, aunque no es vinculante.
A través de esta metodología se asentaron diez familias en pueblos de Teruel en 2004, de las que permanecen ocho.
Bakea Alonso admite la gran dificultad que entraña frenar la despoblación, ya que estas familias se encuentran ante los mismos problemas que empujaron a otros a marcharse hace años y, además, en algunos casos, el racismo y la xenofobia.
En este proceso de fijación de la población la mujer tiene un papel crucial para muchas organizaciones, sin embargo, Bakea Alonso defiende que la mujer es importante como un actor más y se resiste a ver a las féminas como ejes sobre los que pivota la integración.
Sin embargo, Inmaculada Fernández, responsable de la organización CERES, perteneciente a COAG, considera que la mujer es el centro de la fijación de población y que debido a la marcha masiva de mujeres del campo en España en los años 60 y 70 hacia las ciudades por falta de trabajo el medio rural está ahora masculinizado, envejecido y despoblado.
Además, Fernández destaca que el modelo de inmigración en España está cambiando, ya que hace unos años eran sólo hombres los que llegaban a buscar trabajo y ahora son en un 40 por ciento mujeres solas las que llegan para trabajar.
Fernández, agricultora granadina con varios empleados inmigrantes en su explotación, reconoce que se crean graves problemas de entendimiento con estos inmigrantes, por la falta de conocimiento mutuo de las respectivas culturas y por la falta de formación de esta mano de obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario