El Observatorio Odina detecta que en el último año creció la presencia de senegaleses, brasileños y dominicanos
A. RUBIERA
El 4,3% de la población de Gijón, 12.227 personas, es inmigrante. Su presencia es ligeramente superior (un 1,4% más) a la del total de Asturias, pero muy inferior a la que está llegando a alcanzar en el conjunto de España, donde los 4.482.568 extranjeros suponen ya el 9,9% de la población total que reside en el país.
Según el padrón municipal, Ecuador y Colombia son los países de origen del grueso más importante de extranjeros en Gijón, pero el Observatorio Permanente de la Inmigración de Asturias, Odina, ha detectado nuevos flujos en el último año, como los de senegaleses y personas oriundas de otros países americanos, al margen de los tradicionales. «República Dominicana, Brasil, Venezuela y Chile han despuntado este año», explica Marisa Martínez, miembro de ACCEM, una de las organizaciones que integran el grupo de observación Odina. También Rumanía reforzó el pasado año su presencia, ya de por sí importante en Gijón.
Miembros de Odina presentaron ayer en El Llano el primer estudio anual específico de la inmigración en la ciudad, gracias al trabajo de su Observatorio Permanente, que permite aportar datos fiables sobre la situación de la inmigración en cada momento, con todas sus particularidades y sus grupos diferenciados de riesgo. El Observatorio está constituido en Asturias por unas 40 entidades (con 25 socios en Gijón) que trabajan a diario con el colectivo inmigrante (desde instituciones a ONG pasando por centros escolares y centros de salud, entre otros). «Somos una red informal de trabajo, ya que está compuesta por voluntarios que de forma desinteresada participan en esa observación», explicó Javier Mahía, coordinador de Odina.
Con la experiencia y el día a día de los observadores, el grupo ha establecido seis perfiles diferentes de inmigrantes en Gijón. A continuación se destacan las características de cada grupo, según el trabajo del Observatorio.
Recién llegados. En 2006 este grupo lo componían, fundamentalmente, rumanos, brasileños, marroquíes, bolivianos y venezolanos, siendo el 48% mujeres y el 52% varones. El 74% lleva menos de un año en España y el 41% son trabajadores sin asegurar y desempleados de menos de un año. El 37% busca empleo en el servicio doméstico, en la construcción y en las actividades agrarias, que son los sectores más receptivos de entrada a la contratación de inmigrantes. Son residentes en situación irregular o pueden estar aún con el visado de 90 días de los turistas. Suelen haber tramitado la asistencia sanitaria y comparten vivienda en régimen de alquiler o realquiler con amigos o familia. Los miembros de Odina destacan que comienza a ser muy habitual que acudan a entidades y a servicios de orientación de inmigrantes para recibir información jurídica, administrativa y también para solicitar recursos sociales, incluso formativos (de idiomas o prelaborales) que los ayuden.
Inmigrantes en vías de inserción sociolaboral. Es un colectivo con mayoría femenina (65% frente al 35% de varones) y que en 2006 procedían de Brasil, Ecuador, Rumanía, Colombia y Marruecos. Se destaca, cada año más, la participación de los inmigrantes en procesos de formación socioeducativa para aprender el idioma y las habilidades sociales, lo que luego les facilita la búsqueda de empleo y la inserción. Más de la mitad de este colectivo tiene autorización de residencia; el 33% son trabajadores por cuenta ajena, el 28% está en situación de búsqueda de empleo desde hace menos de un año y el 23% está trabajando sin estar asegurado. Sólo el 6% carece de experiencia laboral y, dado que muchos tienen hijos a su cargo aquí en España, tienen dificultades para la conciliación de la vida familiar y laboral. Los principales sectores de búsqueda de empleo de este grupo son la hostelería y el turismo, seguidos del servicio doméstico, la ayuda a domicilio, las residencias geriátricas y la peluquería.
Beneficiarios de dispositivos de acogida. Lo componen, sobre todo, los inmigrantes (54% de varones) que están en la ciudad pendientes de una solicitud de asilo por la conflictividad sociopolítica de sus países y su procedencia principal es Costa de Marfil, Colombia y Brasil. Reciben ayudas económicas de programas de acogida temporal.
Inmigrantes en situación de exclusión o vulnerabilidad. Son sobre todo mujeres que ejercen la prostitución y, también, quienes ejercen una actividad laboral precaria. En este perfil destacan las nacionalidades brasileña y nigeriana, y su residencia es irregular.
Inmigrantes en acogida humanitaria urgente. Son, en general, hombres jóvenes del África subsahariana (Senegal, Malí, Guinea Bissau y Gambia) que emigran solos por motivos económicos, llegan sin documentación y buscan empleo urgente en el sector agrario o en la construcción.
Inmigrantes asentados. Su procedencia principal es de América Latina (Ecuador, Colombia, ArgentinaÉ) y son mayoría mujeres que llevan más de dos años en España. Tienen autorizaciones de residencia renovada y trabajan por cuenta ajena. Viven en pisos de alquiler y también hay algunos que ya empiezan a hipotecarse para tener casa propia. El 73% tiene familiares en España e hijos a su cargo, bien por reagrupación familiar o porque algunos ya han nacido aquí.
A. RUBIERA
El 4,3% de la población de Gijón, 12.227 personas, es inmigrante. Su presencia es ligeramente superior (un 1,4% más) a la del total de Asturias, pero muy inferior a la que está llegando a alcanzar en el conjunto de España, donde los 4.482.568 extranjeros suponen ya el 9,9% de la población total que reside en el país.
Según el padrón municipal, Ecuador y Colombia son los países de origen del grueso más importante de extranjeros en Gijón, pero el Observatorio Permanente de la Inmigración de Asturias, Odina, ha detectado nuevos flujos en el último año, como los de senegaleses y personas oriundas de otros países americanos, al margen de los tradicionales. «República Dominicana, Brasil, Venezuela y Chile han despuntado este año», explica Marisa Martínez, miembro de ACCEM, una de las organizaciones que integran el grupo de observación Odina. También Rumanía reforzó el pasado año su presencia, ya de por sí importante en Gijón.
Miembros de Odina presentaron ayer en El Llano el primer estudio anual específico de la inmigración en la ciudad, gracias al trabajo de su Observatorio Permanente, que permite aportar datos fiables sobre la situación de la inmigración en cada momento, con todas sus particularidades y sus grupos diferenciados de riesgo. El Observatorio está constituido en Asturias por unas 40 entidades (con 25 socios en Gijón) que trabajan a diario con el colectivo inmigrante (desde instituciones a ONG pasando por centros escolares y centros de salud, entre otros). «Somos una red informal de trabajo, ya que está compuesta por voluntarios que de forma desinteresada participan en esa observación», explicó Javier Mahía, coordinador de Odina.
Con la experiencia y el día a día de los observadores, el grupo ha establecido seis perfiles diferentes de inmigrantes en Gijón. A continuación se destacan las características de cada grupo, según el trabajo del Observatorio.
Recién llegados. En 2006 este grupo lo componían, fundamentalmente, rumanos, brasileños, marroquíes, bolivianos y venezolanos, siendo el 48% mujeres y el 52% varones. El 74% lleva menos de un año en España y el 41% son trabajadores sin asegurar y desempleados de menos de un año. El 37% busca empleo en el servicio doméstico, en la construcción y en las actividades agrarias, que son los sectores más receptivos de entrada a la contratación de inmigrantes. Son residentes en situación irregular o pueden estar aún con el visado de 90 días de los turistas. Suelen haber tramitado la asistencia sanitaria y comparten vivienda en régimen de alquiler o realquiler con amigos o familia. Los miembros de Odina destacan que comienza a ser muy habitual que acudan a entidades y a servicios de orientación de inmigrantes para recibir información jurídica, administrativa y también para solicitar recursos sociales, incluso formativos (de idiomas o prelaborales) que los ayuden.
Inmigrantes en vías de inserción sociolaboral. Es un colectivo con mayoría femenina (65% frente al 35% de varones) y que en 2006 procedían de Brasil, Ecuador, Rumanía, Colombia y Marruecos. Se destaca, cada año más, la participación de los inmigrantes en procesos de formación socioeducativa para aprender el idioma y las habilidades sociales, lo que luego les facilita la búsqueda de empleo y la inserción. Más de la mitad de este colectivo tiene autorización de residencia; el 33% son trabajadores por cuenta ajena, el 28% está en situación de búsqueda de empleo desde hace menos de un año y el 23% está trabajando sin estar asegurado. Sólo el 6% carece de experiencia laboral y, dado que muchos tienen hijos a su cargo aquí en España, tienen dificultades para la conciliación de la vida familiar y laboral. Los principales sectores de búsqueda de empleo de este grupo son la hostelería y el turismo, seguidos del servicio doméstico, la ayuda a domicilio, las residencias geriátricas y la peluquería.
Beneficiarios de dispositivos de acogida. Lo componen, sobre todo, los inmigrantes (54% de varones) que están en la ciudad pendientes de una solicitud de asilo por la conflictividad sociopolítica de sus países y su procedencia principal es Costa de Marfil, Colombia y Brasil. Reciben ayudas económicas de programas de acogida temporal.
Inmigrantes en situación de exclusión o vulnerabilidad. Son sobre todo mujeres que ejercen la prostitución y, también, quienes ejercen una actividad laboral precaria. En este perfil destacan las nacionalidades brasileña y nigeriana, y su residencia es irregular.
Inmigrantes en acogida humanitaria urgente. Son, en general, hombres jóvenes del África subsahariana (Senegal, Malí, Guinea Bissau y Gambia) que emigran solos por motivos económicos, llegan sin documentación y buscan empleo urgente en el sector agrario o en la construcción.
Inmigrantes asentados. Su procedencia principal es de América Latina (Ecuador, Colombia, ArgentinaÉ) y son mayoría mujeres que llevan más de dos años en España. Tienen autorizaciones de residencia renovada y trabajan por cuenta ajena. Viven en pisos de alquiler y también hay algunos que ya empiezan a hipotecarse para tener casa propia. El 73% tiene familiares en España e hijos a su cargo, bien por reagrupación familiar o porque algunos ya han nacido aquí.
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