La periodista Carmen Jiménez rompe estereotipos sobre la inmigración con su primera novela, Madre mía, que estás en los infiernos, galardonada con el Premio Café Gijón 2007.
Madre mía, que estás en los infiernos es una turbadora y dramática novela que muestra «el proceso de una rebelión necesaria» de su protagonista, Adela Guzmán, una maestra dominicana de 37 años que aterriza sola en el aeropuerto de Barajas. Adela parece una inmigrante más, que viene a Madrid en busca de un futuro mejor para ella y su familia, pero, a lo largo de la novela, «a medida que nos adentramos en su vida», el lector descubre que detrás de su viaje no existen motivos económicos, sino una huida de amores dañinos y fantasmas del pasado.
En este «thriller psicológico sobre una rebelión necesaria», tal y como ha definido el libro su propia autora, se muestra cómo una inmigrante que llega a España sin nada comienza a cuestionarse todos los roles sociales y termina rebelándose contra todo lo establecido.
«En Madre mía, que estás en los infiernos intento romper estereotipos sobre la inmigración. No todos los inmigrantes que vienen a España lo hacen por motivos económicos y carecen de cultura. Éste es el caso de Adela, que llega huyendo de su marido y de una vida de maltrato que la ha acompañado siempre», explica esta escritora andaluza a Sí.
Además de esto, la historia es utilizada como un pretexto para reflejar la necesidad de romper con determinados vínculos familiares y afectivos que oprimen a la mujer por el mero hecho de su condición sexual y que «suponen una auténtica amenaza para la identidad individual e incluso para la vida».
«De ahí, de esa necesidad de rebeldía contra amores dañinos, representados en la madre y el marido de Adela, nace la idea del título del libro, que es una reformulación del Padre Nuestro», apunta Jiménez.
Una ‘foto’ de la sociedad
Además, supone un retrato de la sociedad española desde la mirada de una recién llegada, a la que le extraña todo –«incluso nuestra forma de hablar por su rudeza», cuenta la autora– y una crítica al sistema de homologación de títulos, así como a la dificultad de encontrar un trabajo acorde con la formación. «A pesar de que Adela es maestra, se ve obligada a trabajar en lo que salga para ganarse la vida».
«La idea de escribir este libro responde a la necesidad que tenía de decir algo sobre el conflicto que plantea la rebeldía y sobre la violencia machista. La idea surgió en un viaje a Burgos, donde coincidí con una mujer dominicana que me contó una historia de una compatriota suya que, a pesar de venir con dos carreras, lo pasó mal para encontrar trabajo», explica la escritora.
Aspectos formales
Esta novela, narrada en primera persona, «dotada de la temperatura emocional necesaria», se desarrolla en Madrid, Jaén –provincia de donde es Carmen Jiménez– y República Dominicana, país al que se traslada a la protagonista mediante flashbacks que sirven al lector para entender quién es Adela, de dónde viene y por qué necesita rebelarse.
«Respecto al estilo, he intentado que sea de un color iberoamericano para dotar a la novela de verosimilitud, aunque he procurado no cargar las tintas líricas y, así, enganchar al lector en todo momento».
El premio Café Gijón
El jurado del Premio Café Gijón otorgó por mayoría este galardón a la novela Madre mía, que estás en los infiernos, de la periodista jienense Carmen Jiménez, por «estar excelentemente construida, tanto en la organización de la historia como en la estructura y la creación de personajes», tal y como destacaron los jueces.
El Premio Café Gijón fue creado por el actor español Fernando Fernán-Gómez en 1949 y, tras diversas interrupciones, fue recuperado en 1989 por el Ayuntamiento de Gijón (Asturias), en colaboración con la Caja de Asturias, que aporta una dotación económica de 18.000 euros.
Así, se ha convertido en uno de los más antiguos del panorama literario español y lo han recibido autores tan prestigiosos como Carmen Martín Gaite, Eduardo Mendicutti y Fernando Luis Chivite, ganador de la edición de 2006, entre otros.
Madre mía, que estás en los infiernos es una turbadora y dramática novela que muestra «el proceso de una rebelión necesaria» de su protagonista, Adela Guzmán, una maestra dominicana de 37 años que aterriza sola en el aeropuerto de Barajas. Adela parece una inmigrante más, que viene a Madrid en busca de un futuro mejor para ella y su familia, pero, a lo largo de la novela, «a medida que nos adentramos en su vida», el lector descubre que detrás de su viaje no existen motivos económicos, sino una huida de amores dañinos y fantasmas del pasado.
En este «thriller psicológico sobre una rebelión necesaria», tal y como ha definido el libro su propia autora, se muestra cómo una inmigrante que llega a España sin nada comienza a cuestionarse todos los roles sociales y termina rebelándose contra todo lo establecido.
«En Madre mía, que estás en los infiernos intento romper estereotipos sobre la inmigración. No todos los inmigrantes que vienen a España lo hacen por motivos económicos y carecen de cultura. Éste es el caso de Adela, que llega huyendo de su marido y de una vida de maltrato que la ha acompañado siempre», explica esta escritora andaluza a Sí.
Además de esto, la historia es utilizada como un pretexto para reflejar la necesidad de romper con determinados vínculos familiares y afectivos que oprimen a la mujer por el mero hecho de su condición sexual y que «suponen una auténtica amenaza para la identidad individual e incluso para la vida».
«De ahí, de esa necesidad de rebeldía contra amores dañinos, representados en la madre y el marido de Adela, nace la idea del título del libro, que es una reformulación del Padre Nuestro», apunta Jiménez.
Una ‘foto’ de la sociedad
Además, supone un retrato de la sociedad española desde la mirada de una recién llegada, a la que le extraña todo –«incluso nuestra forma de hablar por su rudeza», cuenta la autora– y una crítica al sistema de homologación de títulos, así como a la dificultad de encontrar un trabajo acorde con la formación. «A pesar de que Adela es maestra, se ve obligada a trabajar en lo que salga para ganarse la vida».
«La idea de escribir este libro responde a la necesidad que tenía de decir algo sobre el conflicto que plantea la rebeldía y sobre la violencia machista. La idea surgió en un viaje a Burgos, donde coincidí con una mujer dominicana que me contó una historia de una compatriota suya que, a pesar de venir con dos carreras, lo pasó mal para encontrar trabajo», explica la escritora.
Aspectos formales
Esta novela, narrada en primera persona, «dotada de la temperatura emocional necesaria», se desarrolla en Madrid, Jaén –provincia de donde es Carmen Jiménez– y República Dominicana, país al que se traslada a la protagonista mediante flashbacks que sirven al lector para entender quién es Adela, de dónde viene y por qué necesita rebelarse.
«Respecto al estilo, he intentado que sea de un color iberoamericano para dotar a la novela de verosimilitud, aunque he procurado no cargar las tintas líricas y, así, enganchar al lector en todo momento».
El premio Café Gijón
El jurado del Premio Café Gijón otorgó por mayoría este galardón a la novela Madre mía, que estás en los infiernos, de la periodista jienense Carmen Jiménez, por «estar excelentemente construida, tanto en la organización de la historia como en la estructura y la creación de personajes», tal y como destacaron los jueces.
El Premio Café Gijón fue creado por el actor español Fernando Fernán-Gómez en 1949 y, tras diversas interrupciones, fue recuperado en 1989 por el Ayuntamiento de Gijón (Asturias), en colaboración con la Caja de Asturias, que aporta una dotación económica de 18.000 euros.
Así, se ha convertido en uno de los más antiguos del panorama literario español y lo han recibido autores tan prestigiosos como Carmen Martín Gaite, Eduardo Mendicutti y Fernando Luis Chivite, ganador de la edición de 2006, entre otros.
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