martes, 1 de abril de 2008

Matrimonios de conveniencia, atajo y negocio al amparo de la inmigración

Alida Juliani

Madrid, 31 mar (EFE).- El fenómeno de la inmigración ha dado lugar a un aumento en el número de matrimonios de conveniencia que se celebran en España, un negocio lucrativo para algunos, y el recurso más rápido para los extranjeros que desean regularizar su situación en el menor tiempo posible.

El precio de uno de estos matrimonios oscila entre los 3.000 y los 8.000 euros (entre 4.700 y 12.600 dólares), dependiendo de las condiciones de la oferta, a la que se puede acceder fácilmente a través de cualquier página de contactos en Internet.

El plazo general de 10 años establecido por el Código Civil para conseguir la nacionalidad, queda reducido a uno mediante la unión con un ciudadano español.

En España, en los últimos años y coincidiendo con la llegada masiva de inmigrantes, han aumentado considerablemente estos matrimonios "sospechosos" para los jueces encargados de tramitar los expedientes.

José María Bento, magistrado del Registro Civil de Madrid, aseguró, en declaraciones a Efe, que las uniones entre nacionales y extranjeros han experimentado un importante crecimiento coincidiendo con la masiva llegada de inmigrantes a España.

De una media de doce matrimonios civiles celebrados al día en las dependencias del registro, siete son uniones mixtas, tres son entre extranjeros, y sólo dos se llevan a cabo entre ciudadanos españoles.

Bento destacó además el incremento del número de solicitudes matrimoniales entre españoles y latinoamericanos, que se sitúa por encima de las presentadas por parejas formadas por un español y un africano, las más habituales hasta ahora.

Detectar este tipo de uniones fraudulentas es relativamente sencillo, pero lo complicado es demostrar que lo son.

"Se debe tener la certeza absoluta para denegar su tramitación o para anularla, no sirve tener una simple sospecha", recalca el magistrado.

El desconocimiento del idioma, una diferencia de edad exagerada, y el hecho de que uno de los cónyuges tenga la nacionalidad española y el otro no, son algunos de los factores que llevan a los magistrados a "dudar" de la finalidad de esas uniones.

"Se han dado casos en los que uno de los contrayentes presenta síntomas de padecer algún tipo de enfermedad mental", comentó Bento.

El número de expedientes matrimoniales tramitados en el Registro Civil de Madrid ha pasado de 5.200 en 2001 a 8.604 en 2007, y sólo en los dos primeros meses de 2008 las solicitudes superaban ya las 2.000.

Igualmente han aumentado en ese tiempo tanto el número de matrimonios susceptibles de ser sospechosos, como el de solicitudes denegadas.

"En un año en Madrid se pueden denegar entre 80 y 100 peticiones matrimoniales", asegura Bento.

La colaboración entre administración, jueces y la Policía es fundamental a la hora de identificar este tipo de uniones, que en muchos de los casos están promovidas por redes organizadas a cambio de dinero.

En los últimos meses la Policía ha desmantelado algunas de estas organizaciones encargadas de introducir inmigrantes ilegales en España a quienes ofertaban matrimonios de conveniencia a cambio de pagar entre 8.000 y 15.000 euros (entre 12.600 y 23.000 dólares).

El cónyuge español podía llegar a recibir una "satisfacción" de entre 6.000 y 9.000 euros (entre 9.400 y 14.200 dólares).

Entre las funciones de estas redes está el facilitar al inmigrante la documentación falsa necesaria para realizar los trámites.

"En estos casos los documentos pasan por la Policía y el Ministerio de Asuntos Exteriores que se encargan de confirmar su veracidad o no", explicó el magistrado.

El fenómeno de la inmigración, relativamente reciente en España, ha puesto en evidencia la existencia de un vacío legal que dificulta el trabajo de jueces y policías y permite la aparición de organizaciones que hacen del matrimonio un lucrativo negocio. EFE

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