lunes, 30 de abril de 2007

Sami Naïr: «La gran mayoría de los musulmanes, el 98 por ciento, está integrada en Europa»



MADRID. FOTO ROBER SOLSONA, POR JOSÉ GRAU
Vino al mundo en Argelia. Es de origen argelino. Pero durante la entrevista, Naïr aclara de forma decidida que siempre, desde el nacimiento, ha sido francés, y que sus padres también eran franceses. En Madrid ha pronunciado una conferencia sobre codesarrollo en la sede de la Obra Social de La Caixa.
-¿Qué es eso del codesarrollo? -Se trata de favorecer proyectos que promuevan a los países del Sur, y que estabilicen a la población en sus países de origen. Los inmigrantes son vectores de codesarrollo importantes, por ejemplo, por las remesas que envían a sus naciones de origen, que son decisivas. Hay asociaciones, se me ocurren las marroquíes en Francia, en Holanda, en Alemania, en Suecia, que están realizando un trabajo extraordinario de desarrollo.
-¿Es usted partidario de que no se impongan restricciones a la inmigración?
-Es absolutamente imposible levantar todas las trabas.
-¿Ni siquiera como meta?
-Ni siquiera. Las desigualdades entre el Norte y el Sur son tan abismales, y la demanda migratoria es tan fuerte, que abrir las fronteras supondría la desestructuración de los países desarrollados.
-¿Considera usted que la inmigración enriquece a España?
-Seguro. Absolutamente seguro. Sin la inmigración, España no habría podido afrontar el choque de su ingreso en la Unión Europea. Y la va a necesitar mucho más. Por ejemplo, por razones demográficas. El dinamismo económico español, le pongo por caso, se debe a la inmigración y a la gestión de la inmigración.
-Usted sostiene que lo más difícil del proceso de integración es la decisión existencial de «quién soy». ¿Qué recomendaría a un inmigrante en ese sentido?
-Cuando uno viene aquí para quedarse, la única solución, tanto para él como para el resto de los ciudadanos, es volverse español: aprender el idioma, entrar en el sistema de valores de la sociedad de acogida, integrarse. No es fácil. El proceso de adquisición de una nueva ciudadanía, de la nueva nacionalidad, es siempre difícil. Es una lucha permanente. Pero hay que hacerlo. No queda otra posibilidad.
-¿Se debe el malestar en los suburbios de las ciudades francesas a que la población allí no se ha asimilado?
-El quid no es ése. Precisamente porque están asimilados, reaccionan así.
-¿Están asimilados?
-Por supuesto, están asimilados en valores, están asimilados culturalmente, pero están excluidos del sistema social. No tienen las mismas oportunidades.
-¿Qué es lo que falla?
-Lo que falla es la integración social. Es el empleo. Es la movilidad social. Y no sólo les pasa a ellos. Les sucede también a franceses de pura cepa. Es una asimilación negada por el sistema dominante.
-¿Está mejor ahora al respecto Francia, o sigue habiendo el peligro latente de la violencia?
-Hay peligro latente. Pero, repito, no es sólo el peligro de esa gente. En España se ha transmitido una imagen muy falsa. Se mezclaba todo con los islamistas. Y no tiene nada que ver con los musulmanes. Es un problema social que toca tanto a los inmigrantes como a hijos de franceses de toda la vida.
-Muchos intelectuales occidentales sostienen que el islam quiere destruir los valores europeos, y recuerdan lo que ha ocurrido en Francia, el 11-M, los asesinatos de Van Gogh, de Pim Fortuyn, etc. ¿Qué le parece?
-Siempre digo que eso no tiene nada que ver con el islam. Que la gran mayoría de los musulmanes, el 98 por ciento, está totalmente integrada, que no plantea problemas.
-Entonces, ¿la religión no es causa de violencia?
-No. Se irá solucionando que la religión islámica se vaya adaptando al mundo europeo.
-¿Qué opina del testimonio de Ayaan Hirsi Ali, la holandesa de origen somalí que ha intentado demostrar en sus libros que la raíz del mal es la propia religión mahometana?
-Me parece que la honestidad de esta mujer ha quedado en entredicho. Su conocimiento del islam también me parece problemático. Está jugando un papel muy cuestionable, por no utilizar otra palabra.
-¿Hay solución para Irak?
-No. Han destrozado Irak. Han cometido un genocidio en Irak.
-Leyéndole a usted y a otros intelectuales franceses, surge enseguida la impresión de un profundo antiamericanismo, parece algo casi genético, exceptuando a André Glucksmann...
-De Glucksmann, ni hablar. Glucksmann es un neoconservador proestadounidense. Era un maoísta extremista y se ha vuelto un «bushista» extremista. No me interesa Glucksman. Pero sí. De hecho sí que hay una posición particular de Francia dentro del marco europeo e incluso dentro del marco mundial. Francia, desde la Segunda Guerra Mundial, ha decidido tener una política independiente. Es el único país que tiene esta política independiente en Europa.
Sami Naïr

No hay comentarios: