ALGECIRAS. El auditorio Millán Picazo sirvió ayer de escenario para la apertura del seminario número 7 de los Cursos Internacionales de Otoño de la Universidad de Cádiz en Algeciras. María Ángeles Martelo, directora de la Escuela de Enfermería y coordinadora del seminario Innovaciones en el cuidado de la infancia y la adolescencia, presentó al primer ponente, Javier Álvarez Aldean, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Costa del Sol, en Marbella, quien habló sobre la atención a inmigrantes infantiles y adolescentes.
El ponente advirtió que iba a hablar de su verdad, y aseveró que prefiere llamar inmigrada a la población inmigrante. Su intervención se centró en cómo hay que atender a los menores inmigrantes y si hay que tener o no algún cuidado especial con ellos.
Álvarez Aldean se refirió al colectivo como una población más vulnerable por cuanto que tienen menos acceso a los servicios sanitarios; desconocen los derechos básicos (que son universales para todos los menores); viven en condiciones poco salubres; además de encontrarse con barreras como la idiomática o cultural, y la escasa formación de algunos médicos en determinadas patologías.
El médico señaló que los niños inmigrantes enferman de las mismas patologías que el resto, aunque hay una serie de factores que pueden influir en contra como la denominada patología de la indigencia, los trastornos genéticos, o los problemas derivados de los escasos controles durante el embarazo. Todo esto hace que las posibilidades de que tengan que ser ingresados en la unidad neonatal sea mayor, según Álvarez Aldean. Este aludió a las enfermedades importadas (anemia, raquitismo o tuberculosis), a las tropicales, y a aspectos más sociales como la medicina tradicional, o los conceptos de salud y enfermedad.
El ponente declaró que esta situación se agrava en los adolescentes, para los que pidió no sólo una valoración clínica sino también una valoración de su historia de vida: "Para ellos supone un cambio radical dejar los lazos a los que han estado unidos siempre, y a ello hay que sumar el choque cultural y de edad que sufren". Toda este escenario, según el jefe de Pediatría, provoca el alto fracaso escolar que ya se está dando entre los adolescentes inmigrantes.
A Álvarez Aldean le siguió Pilar Bas, profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería, quien expuso a los asistentes los efectos de la hospitalización en los menores de seis años. Bas señaló que en España la hospitalización media de los niños se sitúa en 5 días.
La profesora explicó que a estas edades, al no tener un desarrollo cognitivo maduro, los menores no son capaces de entender su situación y ello puede desembocar en una mala relación con sus familiares, al entenderlo como un castigo; y la aparición de trastornos alimentarios, del sueño, o determinadas fobias, además de originar conductas regresivas como volver a chuparse el dedo o hacerse pis en la cama. En los casos más graves, las secuelas de una hospitalización pueden acabar en depresión, ansiedad o hipocondria.
La ponente se quejó de que todavía hoy sea el personal sanitario el que en determinadas ocasiones tenga que asumir el apoyo psico-social que requieren estos niños.
El ponente advirtió que iba a hablar de su verdad, y aseveró que prefiere llamar inmigrada a la población inmigrante. Su intervención se centró en cómo hay que atender a los menores inmigrantes y si hay que tener o no algún cuidado especial con ellos.
Álvarez Aldean se refirió al colectivo como una población más vulnerable por cuanto que tienen menos acceso a los servicios sanitarios; desconocen los derechos básicos (que son universales para todos los menores); viven en condiciones poco salubres; además de encontrarse con barreras como la idiomática o cultural, y la escasa formación de algunos médicos en determinadas patologías.
El médico señaló que los niños inmigrantes enferman de las mismas patologías que el resto, aunque hay una serie de factores que pueden influir en contra como la denominada patología de la indigencia, los trastornos genéticos, o los problemas derivados de los escasos controles durante el embarazo. Todo esto hace que las posibilidades de que tengan que ser ingresados en la unidad neonatal sea mayor, según Álvarez Aldean. Este aludió a las enfermedades importadas (anemia, raquitismo o tuberculosis), a las tropicales, y a aspectos más sociales como la medicina tradicional, o los conceptos de salud y enfermedad.
El ponente declaró que esta situación se agrava en los adolescentes, para los que pidió no sólo una valoración clínica sino también una valoración de su historia de vida: "Para ellos supone un cambio radical dejar los lazos a los que han estado unidos siempre, y a ello hay que sumar el choque cultural y de edad que sufren". Toda este escenario, según el jefe de Pediatría, provoca el alto fracaso escolar que ya se está dando entre los adolescentes inmigrantes.
A Álvarez Aldean le siguió Pilar Bas, profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería, quien expuso a los asistentes los efectos de la hospitalización en los menores de seis años. Bas señaló que en España la hospitalización media de los niños se sitúa en 5 días.
La profesora explicó que a estas edades, al no tener un desarrollo cognitivo maduro, los menores no son capaces de entender su situación y ello puede desembocar en una mala relación con sus familiares, al entenderlo como un castigo; y la aparición de trastornos alimentarios, del sueño, o determinadas fobias, además de originar conductas regresivas como volver a chuparse el dedo o hacerse pis en la cama. En los casos más graves, las secuelas de una hospitalización pueden acabar en depresión, ansiedad o hipocondria.
La ponente se quejó de que todavía hoy sea el personal sanitario el que en determinadas ocasiones tenga que asumir el apoyo psico-social que requieren estos niños.
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