viernes, 30 de noviembre de 2007

Los rumanos retornarían si conservaran al menos el 60% de su salario español

VALENCIA/CASTELLÓN. La propuesta que lanzó en su visita oficial a la Comunidad el presidente de Rumanía, Traian Basescu, por la cual pretende que empresas valencianas con obras adjudicadas en Rumanía contraten rumanos que trabajan de forma ilegal en tierras valencianas fue valorada ayer de forma positiva y recogida con satisfacción por el colectivo inmigrante de este país que ve en la posible medida una posibilidad para volver.
«Nadie abandona su tierra porque sí», explican desde el Centro Cívico rumano que constata que la actual coyuntura económica de España y el previsible desarrollo de Rumanía (tras recibir fondos europeos) podría marcar una nueva tendencia con el retorno a Rumanía como protagonista.
Eso sí, no volverían a cualquier precio. Así entre las «exigencias» para que un rumano pondría sobre la mesa para iniciar el camino de regreso, sobre todo en el sector de la construcción, «estaría la de conservar entre el 60 y el 70 por ciento de su actual salario», indican desde la Asociación de empresarios rumanos de Castellón.
Salario medio de 400 euros
Teniendo en cuenta que el salario mínimo de Rumanía se sitúa en unos 180 euros y el medio en unos 400 euros, un peón de obra que trabaje en España por 1.200 euros vería factible su retorno si mantuviese unos 700-800 euros, además no tendría que hacer frente al alquiler de la vivienda.
Ionel Scrofan, presidente de la Asociación de empresarios rumanos de Castellón, destaca que la situación económica de Rumanía -con crecimientos continuos por encima del 5 por ciento- permitirá que los emigrantes rumanos regresen a un país que se encuentra en pleno «boom» de la construcción e inmobiliario -la demanda supera en un 60% a la oferta- y con revalorizaciones del precio de la vivienda de hasta el 30 por ciento en los últimos cinco años. «Una situación similar a la experimentada en la Comunidad Valenciana hace cinco años».
Además se prevé que los nuevos fondos comunitarios impulsen la construcción de infraestructuras. Ambos hechos han motivado que Rumanía sufra en la actualidad «una crisis de mano de obra», como indicó su propio presidente. Actualmente en la Comunidad residen más de 92.000 rumanos, de los que 34.799 están afiliados a la Seguridad Social -27,1% de ellos en el sector de la construcción- y 5.800 son autónomos.
La posibilidad de retorno de aquellos inmigrantes que así lo deseen es una medida sobre la que también trabaja la Conselleria de Inmigración «porque es una opción factible tras el nuevo escenario europeo en el que viven países como Rumanía o Bulgaria», asegura el conseller Rafael Blasco quien señala que la Comunidad Valenciana está adscrita a un programa de europeo desde la Dirección General de Inmigración que pretende estimular el retorno y explicar en los países de origen la verdadera realidad del actual mercado de trabajo español «que a veces se vende de manera tergiversada».
Un escenario diferente se presenta con inmigración ecuatoriana -cuyo Gobierno realizará una encuesta para conocer si estarían dispuestos a volver- ya que se trata de un país cuya economíad depende en alto porcentaje de las remesas de los emigrantes.

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