El comisario general de Extranjería y Documentación, Felipe Hernández, abogó hoy por que el tráfico de personas sea considerado un delito de persecución universal, como lo es el de drogas, y auguró un descenso de los flujos de inmigrantes irregulares procedentes de Africa Occidental.
El comisario general de Extranjería y Documentación, Felipe Hernández, abogó hoy por que el tráfico de personas sea considerado un delito de persecución universal, como lo es el de drogas, y auguró un descenso de los flujos de inmigrantes irregulares procedentes de Africa Occidental.Hernández participó hoy en la inauguración de las I Jornadas sobre Inmigración y Tráfico de Personas que organiza el Cuerpo Nacional de Policía y la Universidad de Cantabria, acto que fue presidido por el delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez.
El comisario general de Extranjería explicó que, en el caso del tráfico de drogas, la Policía puede realizar operaciones en alta mar, pero 'lamentablemente', dijo, no ocurre lo mismo cuando se trata de personas, ya que no está considerado un delito de persecución universal.'
Es algo sobre lo que hay que reflexionar porque no parece presentable', afirmó el responsable policial, quien puso como ejemplo el caso del barco 'Marine I', 'que estaba haciendo tráfico de humanos y no se pudo hacer nada porque, al estar en aguas internacionales, no hay jurisdicción'.
Apuntó también que las penas que se imponen a los traficantes de personas son menores que las que se aplican a los que comercian con drogas.
En su ponencia sobre el control de los flujos migratorios, el comisaria general de Extranjería destacó que no cree en el denominado 'efecto llamada' porque, a su juicio, lo que existe es 'un efecto de presión de salida' por la situación económica y política de los países de origen.
En su opinión, otro factor que influye en la llegada a España de inmigrantes irregulares es la 'economía sumergida' del país, de alrededor de un 20 por ciento del Producto Interior Bruto, lo que les permite sobrevivir e, incluso, enviar dinero a sus familias.
Respecto a los flujos africanos, Hernández señaló que el número de pateras en el Estrecho está 'bajando' y opinó que este año 'las cosas van a ir bastante mejor', aunque las condiciones económicas y políticas de los países de procedencia no han variado.
Así, destacó que los flujos 'tan llamativos' del año pasado procedentes de Africa Occidental van a descender porque se va a evitar su salida mediante la diplomacia, se les va a interceptar en el camino y, si llegan a España, se les repatriará.
En cuanto a la inmigración irregular latinoamericana, señaló que, durante el año 2006, veinte mil personas fueron rechazadas en las 'fronteras aéreas' de España y, en la actualidad, los flujos más crecientes son Paraguay, Brasil y Honduras.
Por lo que se refiere a la inmigración del este de Europa, el pasado año pretendieron entrar a España de forma irregular, por la frontera hispano-francesa, 46.000 rumanos y búlgaros, un flujo, añadió Hernández, que en estos momentos el legal, tras la entrada de Rumanía y Bulgaria en la Unión Europea.
El responsable policial consideró que la inmigración legal va a experimentar un 'crecimiento importante' por dos razones: las reagrupaciones familiares y la figura del arraigo, que permitirá regularizar su situación a todos aquellos que no pudieron hacerlo en el año 2005 por no llevar el tiempo suficiente en España, y que fueron más de cien mil personas.
Hernández indicó que, según el Instituto Nacional de Estadística, la población extranjera en situación legal crece en España a un ritmo anual de 500.000 personas. 'El problema que se puede plantear es hasta dónde llegar acogiendo flujos de inmigrantes', concluyó.