El ex-defensor del pueblo y ex-comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Alvaro Gil-Robles, ha alertado del incremento de agresiones de corte racista en España, unos delitos que se deben perseguir 'hasta el final' y de modo 'implacable'.Así lo indicó hoy a Efe el que fuera comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa entre 1999 y 2006, durante la clausura de las jornadas 'Constitución y Extranjería: Un reto del presente' celebradas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza.España no es una 'excepción' en el repunte de este tipo de delitos, una situación en la que 'el eslabón más débil' siempre es el inmigrante, explicó.Por otro lado, Gil-Robles advirtió que cualquier país, incluido España, podría llegar al nivel de conflicto de Francia estas últimas semanas si no se toman 'las medidas necesarias'.'Tenemos que hacer las cosas de tal manera que no lleguemos a esa confrontación. Lo que hay debajo de estos disturbios no es tanto un problema de choque de culturas, sino de justicia social, y eso es lo que hay que reconocer', aseveró.En este sentido, el defensor del pueblo en España ente 1988 y 1993 indica que nuestro país 'ha tenido una política mucho más abierta' en lo referido a integración de inmigrantes, y mencionó como ejemplo la última regularización.Este proceso supuso que 'personas que se encontraban en el submundo de la explotación, salieran a la luz, y se les reconociera su dignidad', señaló Gil-Robles, para quien 'la integración correcta elimina tensiones y evita la degradación humana'.Calificó como positiva la política del Gobierno socialista de trabajar con los países de origen, evitando que la 'inmigración venga de una manera salvaje e incontrolada'.Gil-Robles calificó de 'espectáculo espantoso' el que las personas tengan que 'jugarse la vida' para poder llegar a nuestro país, cuando realmente son un elemento 'necesario' en nuestra sociedad, aunque también consideró importante el que los inmigrantes acepten las reglas de la sociedad de acogida, que deben 'respetar e integrarse en el país de origen'.'La inmigración es una asignatura pendiente para la Unión Europea, donde hace falta una política común, y recordar que en esta cuestión las cifras no son solo cifras, sino personas con un drama detrás', concluyó el ex-comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
Terra Actualidad - EFE
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